La contaminación del aire y del agua sigue siendo uno de los problemas mundiales más acuciantes, poniendo en peligro ecosistemas vitales, cadenas alimentarias y el medio ambiente necesario para la vida humana.
La contaminación del agua suele provenir de iones de metales pesados, contaminantes orgánicos refractarios y bacterias, contaminantes tóxicos y nocivos provenientes de procesos industriales y de aguas residuales que no se descomponen de forma natural. Este problema se agrava por la eutrofización de las masas de agua, que puede generar condiciones favorables para la reproducción de grandes cantidades de bacterias, lo que contamina aún más y afecta negativamente la calidad del agua.

La contaminación del aire se compone principalmente de compuestos orgánicos volátiles (COV), óxidos de nitrógeno (NOx), óxidos de azufre (SOx) y dióxido de carbono (CO2) – contaminantes que provienen principalmente de la quema de combustibles fósiles. El impacto del CO2como gas de efecto invernadero ha sido ampliamente documentado, con cantidades significativas de CO2impactando sustancialmente el clima de la Tierra.
Se ha desarrollado una gama de tecnologías y enfoques para responder a estos problemas, incluida la adsorción con carbón activado, la ultrafiltración y los procesos de oxidación avanzada (AOP) destinados a abordar los problemas de contaminación del agua.

Del sistema de adsorción de COV, encontrará que el carbón activado en columna es una parte integral y se utiliza popularmente en los sistemas de tratamiento de COV como medio adsorbente rentable.
El carbón activado, de uso industrial generalizado desde el final de la Primera Guerra Mundial, era a mediados de la década de 1970 la opción preferida para el control de la contaminación del aire por COV debido a su selectividad para eliminar vapores orgánicos de corrientes de gas incluso en presencia de agua.
El sistema convencional de adsorción con lecho de carbón, basado en la regeneración en equipo, puede ser una técnica eficaz para recuperar solventes por su valor económico. La adsorción ocurre cuando el vapor de solvente entra en contacto con un lecho de carbón y se acumula en la superficie porosa del carbón activado.

La adsorción en lecho de carbón es eficaz en operaciones de recuperación de disolventes con concentraciones superiores a 700 ppmv. Debido a los requisitos de ventilación y a las normativas contra incendios, la práctica habitual ha sido mantener las concentraciones de disolventes por debajo del 25 % del límite inferior de explosividad (LIE).
Hora de publicación: 20 de enero de 2022